Sexta jornada de la V Muestra. A Rivas el Telón apostó por un “El médico a palos” de cuento.

El domingo 2 de mayo, A Rivas el Telón le puso fantasía, color, ritmo y profesión a un cuento bien contado.

El médico a palos es una obra teatral clásica escrita en el año 1666 por el dramaturgo francés Jean-Baptiste Poquelin (París, 1622 – id., 1673), comúnmente conocido como Molière.

Comedia de enredo dividida en tres actos que dirige una sátira hacia el campo de la medicina de la época del autor quien padeció tuberculosis y se vio obligado a visitar diversos hospitales.

El médico a palos expone elementos de la sociedad médica de entonces que tanto perturbaron a Molière, como los falsos profesionales que embaucan a clientes desinformados con su “charlatanería”.

La historia comienza cuando Martina, esposa del leñador Bartolo, decide vengarse de los golpes propinados por éste, aprovechando que los criados del rico Geronte andan buscando a un doctor para la hija enferma de su señor. Martina les cuenta que su marido es un hábil médico que únicamente confesará su profesión si se le propinan unos cuantos golpes, iniciándose así el enredo del que Bartolo deberá deshacerse.

El pasado domingo 2 de mayo tuvo lugar la representación de esta obra en el teatro Pilar Bardem, en Rivas-Vaciamadrid, de la mano de la compañía teatral A Rivas el Telón, socia de FETAM. Se trata de un grupo de actores y actrices con larga trayectoria, comprometidos con la cultura y activos en la realización de actividades tanto en el ámbito teatral como cinematográfico.

Adaptada y dirigida por Antonio José López Gómez, la puesta en escena incorporó juegos de luces y música moderna acompañada de coreografías. Esta simbiosis entre lo clásico y lo moderno encandiló a un patio de butacas repleto que, con permiso de la pandemia, congregó a un público diverso entre el que pudimos distinguir algunas familias con niños de escasa edad disfrutando de la función.

La atmósfera en la que nos introduce tiene tintes fantasiosos muy marcados, lo que quizás la aleja un poco de su concepción original, convirtiéndola en un cuento bien contado al precio de rebajar a secundario su rol de ácida sátira.

El resultado es una obra de ritmo frenético en la que las acciones suceden rápidas ante los ojos del espectador, estimulándolo a mantener el interés por saber cuáles serán los siguientes pasos de los personajes.

Un vestuario muy colorido, bien conjuntado y fiel a la época, con elementos como jubones o sayos, nos recordó que, a pesar de los añadidos modernos como la música ‘’ochentera’’, nos encontramos ante una obra nacida en el siglo XVII. Y entre todos los trajes, un símbolo, el vestido de doña Doña Paula, hija de Geronte; decorado con un miriñaque blanco a la vista, sin otra función que llamar la atención sobre la pantomima de la burla de Paula hacia su padre, escondiendo su verdadera personalidad de mujer adelantada a su época tras la apariencia pueril y boba de un cuerpo verde esperanza maquillado al uso de una muñeca de porcelana.

Finalmente, la versión homosexual de la relación entre Paula y su amada, da un último giro de tuerca al texto original.

Acabada la función, los actores rindieron homenaje y recordatorio a las víctimas del COVID-19 y compartieron algunas experiencias personales, trasladando a la audiencia el mensaje de que, a pesar de los tiempos difíciles, the show must go on, en un  emotivo final que culminó con una ovación general por parte del público.

Paula Marín Buño

Agradecimientos:
Auditorio Pilar Bardem, A Rivas el Telón, Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, Ayuntamiento de Madrid, Paula Marín Buño, Darcy Lapierre Abad, José Luis Panero.

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