Después de 9 meses de curso y casi 6 meses ensayando la obra, los participantes del Curso de interpretación encontraron su recompensa en el entusiasmo de un teatro lleno a rebosar.
El camino ha exigido una gran dosis de esfuerzo y disciplina, y no han faltado momentos de inquietud a medida que se acercaba la fecha del estreno. Sin embargo, el viaje ha llegado a su fin del mejor modo posible: con una función inolvidable para todos, donde la presencia del público hizo salir en escena lo mejor de cada uno de los alumnos participantes en el curso.
Momentos como los vividos el pasado domingo en el teatro del Circulo Catalán de Madrid nos hacen dar por bien empleados todos los esfuerzos y sudores (que no han sido pocos) empleados durante un curso que, al final, se ha hecho cortísimo.
Solo nos queda soñar con el próximo curso, imaginando cual será el nuevo texto y cuáles serán los nuevos personajes que convivirán durante una temporada bajo nuestra propia piel como si siempre hubieran estado ahí (¿Y quién nos dice que no es realmente así…?).
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